Papa: “Petri Apóstoli
Potestatem Accipiens” (recibiendo la potestad de Pedro apóstol)
“Y yo te digo que
tú eres Pedro y sobre esta piedra, Yo edificaré mi Iglesia y el poder del
infierno no prevalecerá contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los
cielos; y todo lo que atares sobre la tierra será también atado en los cielos;
y todo lo que desatares sobre la tierra será también desatado en los cielos.”
Mateo, 16, 18-20
Cinco son los Papas
que han dirigido la iglesia en mis casi cincuenta años de vida:
Pablo VI que murió
cuando contaba catorce años y a quien recuerdo por haber sido quien guio y
finalizo el Concilio Vaticano II, del que surgieron los movimientos católicos
obreros.
Juan Pablo I que murió
de un infarto tras treinta y tres días de pontificado y que creo qué prometía ser un buen
Papa; no quiso la ceremonia de la
coronación.
Juan Pablo II, del
que aprendí que se puede servir a Dios
desde el sufrimiento personal “El
sufrimiento, en efecto, es siempre una prueba —a veces una prueba
bastante dura—, a la que es sometida la humanidad”, elegido con cincuenta y ocho años tuvo tiempo
de ejercer un largo pontificado viajando incansablemente, predicando y
escribiendo. Nos dejo un nuevo Catecismo y nos enseño a perdonar a quienes atentan contra
nosotros.
Benedicto XVI es el
cuarto Papa que he conocido y al cual tengo por un teólogo consumado, me enseño a renunciar, a darme de
cuenta cuando tengo que dejar paso a los demás, a no aferrarme a las cosas, a
ser simplemente un peregrino en busca de Jesús.” Gracias, gracias de corazón.
Gracias por vuestra amistad y vuestro afecto (...). No soy más el Sumo
Pontífice de la Iglesia. A partir de las 20.00 horas, seré simplemente un
peregrino que continúa su peregrinaje sobre la Tierra y afronta la etapa final.
(...) Gracias y buenas noches.”.
Y Francisco el Papa
que me rompe los esquemas, que me habla con un lenguaje claro, que comprendo,
de
“la calle”. Es el Papa que denuncia con palabras llanas y entendibles para
todos, las guerras, los conflictos económicos, el ansia de dinero y de poder,
la corrupción y los crímenes contra la vida humana y contra la Creación. El
qué lavó, secó y besó los pies a doce
reclusos, entre los que había dos mujeres, una de ellas de religión musulmana. El que
se aloja en la habitación 201, la cual consta de una cama, un
crucifijo, un salón y un baño, con el
propósito de buscar una "forma simple de vivir y la convivencia con otros
sacerdotes”, el que critica a las
personas que trabajan con el fin último de la acumulación de dinero, las cuales
opina que se enfrentan a una «catarata descendente de degradación moral, el que
nos dice; "El Papa ha de servir a todos, especialmente a los más pobres,
los más débiles, los más pequeños".
Se nos eriza el
cabello cuando nos exhorta con frases como: «Hemos perdido el sentido de la
responsabilidad fraterna. La cultura del bienestar nos hace insensibles a los
gritos de los demás. Hemos caído en la globalización de la indiferencia», «La
crisis económico-social y el consiguiente aumento de la pobreza tiene sus
causas en políticas inspiradas en formas de neoliberalismo que consideran las ganancias
y las leyes de mercado como parámetros absolutos en detrimento de la dignidad
de las personas y de los pueblos» «Sufro cuando veo en la Iglesia o en algunas
organizaciones eclesiales que el rol de servicio, que todos nosotros debemos
tener, que el rol de servicio de la mujer, resbala hacia un rol de servidumbre»,
«Dios está en la vida de cada persona, está en la vida de cada uno. Y aún
cuando la vida de una persona ha sido un desastre, aunque los vicios, la droga
o cualquier otra cosa la tengan destruida, Dios está en su vida. Se puede y se
puede buscar a Dios en toda vida humana. », «No hace falta ir al psicólogo para saber que
cuando uno denigra al otro es porque él mismo no puede crecer y necesita
humillar al otro para sentirse alguien. Jesús con toda sencillez dice: "no
habléis mal uno del otro. No os denigréis. No os descalifiquéis"... si uno
no es capaz de dominar la lengua se pierde», «Una vez una persona, para
provocarme, me preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le
respondí con otra pregunta:- dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual,
¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza y la condena? Hay que tener
siempre en cuenta a la persona. Y aquí entramos en el misterio del ser
humano.
En esta vida Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a
partir de su condición», «Que los candidatos a obispos sean pastores cercanos a
la gente, padres y hermanos, que sean amables, pacientes y misericordiosos. Que
amen la pobreza, tanto la interior como libertad para el Señor como la exterior
que es sencillez y austeridad de vida, que no tengan una psicología de
príncipes», «Veo con claridad que lo que la Iglesia necesita con mayor urgencia
hoy es una capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de los
fieles, cercanía, proximidad. Veo a la Iglesia como un hospital de campaña tras
la batalla», «Quiero a los sacerdotes en las periferias donde hay sufrimiento,
sangre derramada, ceguera que desea ver, donde hay cautivos de tantos malos
patrones. Quiero pastores con olor a oveja», «Un religioso no puede tener cara
de guindilla en vinagreta"»
Este es nuestro nuevo Papa, un Papa cercano. Que Dios lo
guarde y lo ilumine por muchos años para mayor gloria de su Iglesia
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